TRES INICIATIVAS PARA AFRONTAR EL RETO SOCIAL DE LA POBREZA Y EL DESPILFARRO ALIMENTARIO EN DIFERENTES ETAPAS DE LA CADENA ALIMENTARIA

La seguridad alimentaria parecía un derecho consolidado en el Estado español y, en general, en los países occidentales. Sin embargo, la reciente crisis económica y los recortes en las ayudas sociales han hecho emerger situaciones de inseguridad alimentaria en colectivos relativamente amplios de la población. Esta situación se da en un contexto en el que también se observa un elevado desperdicio alimentario, tanto en lo referente a las empresas agroalimentarias como en la distribución. Esta aparente contradicción entre desperdicio alimentario por una parte, e inseguridad alimentaria por otra, ha hecho emerger algunas nuevas iniciativas que pretenden aliviar situaciones de inseguridad alimentaria recurriendo al aprovechamiento de alimentos, y que se integran dentro del llamado ‘sistema de emergencia alimentaria’. En la presente comunicación se exponen tres de estas experiencias, que presentan algunas características que las hacen especialmente innovadoras. La primera, Espigoladors, parte de la iniciativa privada y se basa en el aprovechamiento de los productos agrarios que no son recolectados. La segunda, Gestió Alimentaria de Reus, por el contrario, es una iniciativa que parte del Ayuntamiento de Reus y se centra en el aprovechamiento de alimentos frescos. Finalmente, la tercera iniciativa, surge de la cooperación entre el Banco de los Alimentos de Barcelona y Mercabarna, y pone de manifiesto alguna de las estrategias seguidas por los bancos de alimentos para captar nuevas fuentes de suministros alimentarios. Las tres experiencias pretenden atajar una de las críticas más recurrentes al sistema de emergencia alimentario: la incapacidad para proveer de una dieta alimentaria variada y saludable a los beneficiarios del sistema, debido a las dificultades que plantea la gestión de los alimentos frescos.