Horizonte Azul

En el magnífico paísaje de Capoterra, al pie del agreste macizo metalífero de Sulcis, la casa azul suspendida en el horizonte se salta intencionadamente los convencionalismos de la arquitectura local. Entre tradicionales construcciones mediterráneas, todas con arcos, revocos rústicos y piedras del país, aparece salvadora y refrescante, un trozo de hielo en un mar cálido. Protegida por un pequeño bosque de pinos marítimos, se asienta en la pendiente dentro de una incierta soledad , buscando las vistas al igual que un instrumento de óptica. Un sitio natural sin barreras ni carretera transitable. Cortados abruptamente, los volúmenes se organizan con toda claridad alrededor de una espina dorsal formada por una larga escalera de chapa lagrimada que conecta los niveles uno a uno. La construcción no toca tierra, favoreciendo la evacuación natural del agua por la pendiente. En la parte superior, el primer volumen sigue el trazado del terreno, reconocible por su imponente cubierta con visera que responde hábilmente a preceptos urbanos. En la parte inferior, el segundo volumen se separa de la pendiente. El patio de entrada se situa en el centro protegido por la visera. El conjunto monocromo, completamente revestido por una película plástica azul cielo, acentúa el aspecto monolítico de la casa que parece pertenecer al diseño industrial más que al arte de la construcción.